Esta técnica decorativa de azulejos o piezas en volumen la trajeron consigo los árabes hacia el año 711, junto con otras poco conocidas aquí en occidente.
Para este taller utilizaremos tanto azulejos cómo cualquier otro soporte cerámico ya bizcochado.
En esta técnica utilizamos unos pigmentos proveniente de los óxidos, que disolvemos en agua y con los que pintaremos sobre el esmalte en crudo. Para facilitar esta tarea nos ayudamos del estarcido del dibujo elegido.
Una vez acabado nos lo llevamos a cocer en caso de no disponer de horno.