Recuperar el método antiguo de hacer papel es un reto apasionante, es cómo volver al arte sano, al quehacer paciente. En sus inicios el papel partía del reciclaje de trapos viejos o fibras vegetales más o menos desechables. En la actualidad en esta propuesta de taller trabajaremos con papel usado (apuntes o fotocopias), con celulosa (proveniente de recortes de pañal) y con fibras cómo rabos de cebolla tierna.
En el taller aprenderemos cómo se elabora la pulpa o pasta papelera. La formación de las hojas, su prensado y acabado. También podemos decorarlo introduciendo algún motivo vegetal.